Fernando Villavicencio, el candidato presidencial que sabía mucho.

12/08/2023
fernando villavicencio

Quien era Fernando Villavicencio?

De 59 años, Villavicencio no contaba con una larga trayectoria en cargos electivos, pero sí con un amplio recorrido en el ámbito público por su labor periodística y su compromiso con el combate a la corrupción.
Esa fue su trinchera cuando ocupó un escaño en la Asamblea Legislativa, desde 2021 hasta su disolución este año, y esa era también la bandera que enarbolaba, bajo el lema Es tiempo de valientes y al frente del Movimiento Construye, como candidato a suceder a Lasso en la presidencia.

Aseguraba que Ecuador se había convertido en un "narcoestado", proponía restablecer la seguridad con las fuerzas armadas y la policía en las calles, y paralelamente emprender una lucha contra lo que denominaba la "mafia política".
"Hoy Ecuador está tomado por Jalisco Nueva Generación, el Cartel de Sinaloa y también la mafia albanesa. Es decir, queda claro para América Latina, lo mismo que en Colombia y en México, que no es posible que el narcotráfico se instale en una sociedad y la someta sin el contubernio y la connivencia del poder político", dijo en una entrevista ofrecida en mayo al medio CNN en Español.
El apoyo a Villavicencio estaba al alza y los últimos sondeos lo colocaban en segundo lugar en las preferencias de los ciudadanos.
"Multidimensional"
La propuesta de su partido para combatir la ola de violencia se basa en un enfoque "multidimensional" donde la seguridad "no se limita únicamente a la ausencia de violencia o delitos".
El programa electoral del Movimiento Construye considera que la solución a la crítica situación del país debe abarcar otros aspectos "como la seguridad ciudadana, la seguridad alimentaria, la seguridad económica, la seguridad ambiental y la seguridad sanitaria".
También promueve una justicia independiente, "donde los jueces y magistrados pueden tomar decisiones basadas en la ley y en la aplicación objetiva de la justicia, sin interferencias políticas, económicas o de cualquier otra índole".
Además de sanear el sistema de justicia, Villavicencio se había comprometido a enfrentar el lavado de dinero, la minería ilegal y uno de los males que venía denunciando desde su época como periodista: la corrupción en el sector petrolero, el principal ingreso económico del país.
“En mi gobierno vamos a tomar el control de las reservas petroleras para que ahora sí, el petróleo sirva para educación obra pública para salud y vamos también de paso a expulsar a las mafias intermediarias que controlan la comercialización del petróleo", había dicho el candidato.
Blanco de amenazas
También había hablado públicamente de ser el blanco de intimidaciones.
El 4 de agosto su campaña informó a través de un comunicado que Villavicencio seguiría recorriendo las provincias del país pese a las amenazas de muerte que "sigue recibiendo de grupos criminales".
En su reacción en Twitter nada más conocerse a noticia del asesinato de Villavicencio, Lasso señaló precisamente al crimen organizado.
"El crimen organizado ha llegado muy lejos, pero les va a caer todo el peso de la ley”, escribió el mandatario, mostrando su “indignación” y asegurando que “este crimen no va a quedar impune”.
Además, declaró estado de emergencia nacional por 60 días y convocó un Gabinete de Seguridad en el Palacio de Carondelet.

muerte de villavicencio

Mientras, la hermana del asesinado, Patricia Villavicencio, responsabilizó al actual Ejecutivo y al ministro de Interior, Juan Zapata, por la violencia que acabó con la vida del político.
"No querían que destapara la corrupción. Maldigo a este gobierno. No hizo nada. No hizo para protegerlo. Es un complot", aseguró en declaraciones a medios locales.
Y su viuda, Verónica Sarauz, quien se mostró este miércoles consternada ante los medios, señaló que debió haber errores en el equipo de seguridad que llevaron al fatal desenlace.
De líder sindical a periodista
Villavicencio nació el 11 de octubre de 1963 en Sevilla, cantón Alausí, en la provincia de Chimborazo, en el centro-sur del país.
De acuerdo al perfil publicado en el sitio web de su campaña, creció en un entorno rural donde aprendió a "labrar y respetar la tierra y hermanarse con los más humildes".
Desde adolescente se vinculó a organizaciones sociales indígenas y de trabajadores.
Según la biografía de la página web de su campaña, en 1999 fue líder sindical de la Federación de Trabajadores Petroleros (Fetrapec).
Estudio periodismo y comunicación social en la Universidad Cooperativa de Colombia.
Como periodista de investigación, colaboró con varios medios de comunicación ecuatorianos e internacionales, y también escribió 10 libros.

Lo que investigó sobre los "negociados" de Ancap.

refineria ancap

El candidato presidencial ecuatoriano asesinado, Fernando Villavicencio, antes era periodista que investigó la corrupción de su país y terminó en Uruguay.

Villavicencio denunció en el año 2013 corrupción en la firma y ejecución de un contrato de intercambio de crudo por derivados entre Ancap y Petroecuador, que tenía la intermediación de la empresa de trading de petróleo Trafigura.
Ecuador habría perdido al menos 205 millones de dólares por esa triangulación.

En Uruguay y Ecuador el tema estuvo en la Justicia, pero no tuvo mayores consecuencias y casi quedó en el olvido.

Sin embargo, la Justicia de Estados Unidos está investigando la trama de sobornos y la petrolera uruguaya Ancap está incluida.

Villavicencio no se había olvidado del tema, de hecho, hace tan solo nueve meses lo explicaba en la televisión ecuatoriana de esta manera: "En este libro yo denuncio el gran atraco de Ancap de Uruguay" y mostró una foto del expresidente ecuatoriano Rafael Correa en la refinería de La Teja en Montevideo y dice que "es un gran show entre Rafael Correa y Raúl Sendic, expresidente de Uruguay que fue obligado a renunciar por este escándalo de Ancap".

Además, el domingo pasado, durante una entrevista con el periodista Carlos Vera, Villavicencio había asegurado que iba a presentar ante la Fiscalía una investigación relacionada al mayor atraco petrolero de Ecuador que involucraría gravemente al expresidente Correa y al exvicepresidente Jorge Glas.

Durante su etapa como periodista, Fernando Villavicencio, el candidato presidencial de Ecuador asesinado , investigó la corrupción de su país y sus trabajos concluyeron que hubo un vínculo con Uruguay en negocios petroleros.

Villavicencio denunció en 2013 irregularidades en la firma y ejecución de un contrato de intercambio de crudo entre Ancap y Petroecuador, que tenía la intermediación de la empresa de trading de petróleo Trafigura. Por las triangulaciones, se estima que Ecuador perdió al menos USD 205 millones, informó el noticiero Telenoche del Canal 4 uruguayo.

 
El candidato presidencial asesinado escribió que hubo compras entre Petroecuador y Ancap por las que no hubo convenios suscritos ni contratos de compra-venta.

El tema estuvo en la Justicia en Uruguay y Ecuador, pero no tuvo mayores consecuencias.

Hace nueve meses, Villavicencio explicó este caso en la televisión de Ecuador. Mostró una foto del expresidente ecuatoriano Rafael Correa en la planta refinadora de crudo liviano de Ancap, la empresa estatal petrolera de Uruguay. Al mostrar esa imagen, comentó que se trataba de un “gran show entre Rafael Correa y Raúl Sendic”, quien fue presidente de la petrolera y luego vicepresidente de la República durante el gobierno del Frente Amplio.

“Intermediación uruguaya”
Villavicencio dedica un fragmento de su libro Ecuador. Made in China a profundizar en lo que denominó la “intermediación uruguaya”. En la publicación explica que la falta de capacidad de refinación en Ecuador lo obliga a “exportar materia prima barata (petróleo) e importar derivados caros”.

“Para superar ese incómodo escenario, se suscribieron alianzas estratégicas con los gobiernos amigos, los cuales debían procesar nuestro crudo en sus refinerías y a cambio entregarnos combustibles obtenidos en sus plantas. El resultado sería obvio: supresión de intermediarios, reducción de costos y precios, eliminación de las comisiones, materialización de la solidaridad; la fórmula cuasi perfecta”, dice el texto

El gobierno de Rafael Correa suscribió varios convenios con el Estado uruguayo, que tiene una refinería comparativamente pequeña y no cuenta con saldos exportables. Las empresas públicas ecuatorianas Petroecuador y Petroamazonas, en tanto, tienen tres plantas de refinación con una capacidad muy superior a la de Ancap. La de Montevideo es de 50 mil barriles por día, mientras que las tres ecuatorianas suman 980 mil, según los datos que manejó el autor del libro publicado en 2013.

Villavicencio recordó un convenio entre Ecuador y Uruguay, firmado por los presidentes José Mujica y Rafael Correa, que tenía el objetivo de “eliminar a los intermediarios del comercio de crudo y derivados” y las empresas petroleras también firmaron un convenio de intercambio de hidrocarburos.

Uno de los negocios incluyó cinco cargamentos de crudo de oriente, de 380 mil barriles cada uno, por un total de 1,9 millones. A un precio promedio de USD 90 significan USD 171 millones, solo en petróleo. Según los cálculos del autor, los cinco cargamentos de derivados significaron USD 228 millones que el gobierno de Correa entregó al Estado uruguayo, en una “acción que no está exenta de beneficio”.

No hubo licitación ni contratos en el manejo de un negocio de USD 400 millones que fue manejado por el trader Trafigura.

Los cargamentos de Ancap, a su vez, no cumplían con los requerimientos de Petroindustrial, la estatal ecuatoriana encargada de la industrialización del petróleo.

El 12 de enero de 2010, Petroecuador adjudicó varios cargamentos de crudo a Ancap y adquirió otros de combustible sin que se haya suscrito ni un convenio de intercambio ni contratos de compra venta, como dispone la reglamentación. “Nunca antes en los cuarenta años de comercialización de hidrocarburos en el Ecuador hubo tanto trastorno y desajustes”, afirma el autor.

El acuerdo entre los países implicaba que Ecuador debía entregar el crudo a Uruguay, que devolvería diesel y otros derivados del petróleo. Sin embargo, denuncia Villavicencio, en los hechos eso no sucedió. Su país, entonces, cedió “soberanía nacional”, lo que le causó un “innegable perjuicio económico”.

“Los cándidos se hicieron de la vista gorda”, escribió Villavicencio.

En base a artículos de Canal 4 e Infobae.

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